“Para prevenidos no hay acasos” –Baltasar Gracián”. La citada frase no es en vano, en la actualidad a la fecha de publicación de la presente, he evidenciado en el desarrollo de la práctica profesional como abogado litigante, que algunos “expertos” con el propósito de “ayudar” a los inexpertos –incautos- a realizar inversiones en el sistema financiero, criptoactivos o múltiples inversiones digitales más; les solicitan la entrega del capital ($) prometiendo cero (0) riesgo de pérdida de capital y como contraprestación altas utilidades porcentuales mes a mes, sin embargo, la pregunta es; ¿Cómo caen los inexpertos –incautos- en semejante entrampamiento?
Se me ocurrió escribir este par de párrafos con el objetivo de que si algún desprevenido los lee, se salve de caer en esa modalidad de “inversión”. A la oficina no nos llegan precisamente los casos en los cuales el cliente busca una planeación fiscal como consecuencia de los buenos reditos de las mencionadas “inversiones”, tampoco nos contactan para generar esquemas de inversiones inmobiliarias gracias al excedente de capital, NO, no nos contactan por eso. La generalidad de las personas que asisten en búsqueda de una asesoría en relación a las mencionadas “inversiones”, requieren que despleguemos actividades jurídicas en aras de recuperar sus capitales, debido a que esas promesas de cero (0) riesgo de pérdida de capital y como contraprestación altas utilidades porcentuales mes a mes, son eso; solo promesas vagas y sin sustento económico y legal.
De los relatos, se extrae lo más recurrente:
“Entregamos el dinero a “pedro” porque se promociono como “trader profesional” con experiencia, con un portafolio de inversiones y es conocido en el medio…”
Y de inmediato interrogamos:
¿Cuál es el respaldo financiero de esa inversión?
La respuesta es un par de miradas y desconsuelo.
Los “expertos” en captar recursos del público, son muy buenos en el manejo del lenguaje del riesgo. Ellos indican que: “su capital no se pierde, si la cuenta se quema o se vacía le devolvemos su capital”.
En efecto, el mensaje que hoy quiero transmitir es que “no seamos incautos”. No entreguen el manejo de sus ahorros; de su capital a un tercero que no cuenta con un respaldo económico. Ellos usan incluso minutas de internet para aparentar legalidad de sus actuaciones con contratos “chambones”, incluso otorgan letras, pagares, etc, a sabiendas de que no cuentan con un patrimonio para responder.
Finalmente, si crees que han captado tu dinero sin retorno, contáctanos y te orientamos, como decía el filósofo Seneca “cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto”.
MATEO POSADA GALLEGO. ABOGADO.