“LOS PODEROSOS”. SEMÁNTICA LINGÜÍSTICA.

Desde el plano local cada vez más; aquellos sujetos que han adquirido buenas prácticas semánticas en todas sus formas, ejercen una “tiranía”; de ideas y autoridad moral superior, sobre los individuos que apenas configuramos un párrafo de forma adecuada pero sin tantas “formaletas”, que a los primeros hace sentir superiores.

Para entender el enunciado fenómeno, acudí al “baúl” de los recuerdos. En el año 2014, en clase de pregrado de derecho el Doctor Alejandro Ochoa Botero en medio de su pasión por el lenguaje español (lo reflejaba su rostro) exponía su tristeza ante el anuncio de que; ese año saldría a la venta la última edición impresa del diccionario de la Real Academia Española. No obstante, -la anécdota- en su calidad de docente insistía; (Alejandro Ochoa Botero, 2014) muchachos, es por el bien de ustedes, no les pido que adquieran cada actualización del diccionario de la Real Academia Española, pero sí; qué salgan de la universidad con una buena caja de herramientas, que se diferencien. La “caja de herramientas” a la que se refería aquel respetado profesor era un buen vocabulario y una técnica en la redacción acorde a la profesión. Dicho esto, entiendo que él pretendía educar Abogados que en el ejercicio profesional se destacaran por ser técnicos en su forma de hablar y redactar.

Sin embargo, el esfuerzo de los docentes por orientar buenas prácticas lingüísticas le ha abierto la posibilidad a diferentes individuos que usan de mejor forma el lenguaje, para que se sientan más “poderosos” y con una autoridad moral superior a la de aquellos; que de forma “humilde” -semánticamente hablando- redactan un párrafo simple, pero con tanto significado que sobran las formaletas lingüísticas. Ejemplo de ello es; que la conclusión de los debates informales, no la está otorgando la calidad y composición de una idea o argumento, sino que su finalización se da con expresiones como: “tome un cursito de redacción y luego hablamos”“primero aprenda a escribir”, etc.

Dicho lo anterior, el colombiano debe dejar el egocentrismo. Debemos recordar  que en las pruebas PISA, Colombia ocupó el puesto 58 entre los 78 países que integran dicha evaluación. Colombia, es un país en el que socialmente predomina la clase pobre y vulnerable; que la clase media apenas sobrevive y la clase alta es tan reducida, que genera una percepción de desigualdad muy amplia.

Es por esto, que no entiendo cuál es la intención de los “poderosos”, acaso, ¿se sienten bien alardeando de sus virtudes lingüísticas? ¿Se sienten bien saliendo adelante en un debate por su vocabulario y no por sus ideas? ¿Es bueno hacer sentir mal al otro quizás por su falta de educación circunstancial y no vocacional?

Esta corta idea me motivaron a redactarla; primero, aquellos que constantemente pretenden hacer ver que tienen mas autoridad moral por su nivel intelectual que por sus virtudes humanas;  y segundo, el ejercicio profesional.

Noviembre 18, 2020.

AUTOR: MATEO POSADA G. ABOGADO.

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